Hija mía, tengo que confesarlo: antes de tenerte, me indignaba, pero no me preocupaba tanto.
Pero ahora te tengo. Una niña. Y un mundo machista. Y me enrabio por dentro.
Tú, cariño, podrás ser capaz de hacer lo que desees.
No permitas que nadie te quite ni uno solo de tus derechos. Que nadie dicte tu vida. Que nadie se apodere de tus sueños.
Tu NO es rotundo y en tu SÍ cabe un mundo.
Hay tantas cosas que te golpearán sólo por ser mujer, hay tantas cosas que vas a tener que demostrar…
No lo hagas. No demuestres nada a nadie. Olvida la sociedad. La condescendencia de los hombres, los cánones de belleza, los modales femeninos.
Si alguna vez algo te hace dudar de tu cuerpo, de tu inteligencia, de tu fuerza interior, por favor, no olvides mirarte con los ojos que te miro yo.
Precioso post. Me ha encantado 🙂
¡¡Muchas gracias!! Gracias, como siempre, por tu comentario
Hola Leyla, soy Patricia. Me encantan tus post. No me da tiempo a leerlos el día que los publicas,pero de vez en cuando entro y leo unos cuantos del tirón. Escribes muy bien! Un beso y enhorabuena por el blog y por esa estupenda familia.
¡Muchísimas gracias, Patri! Me hace mucha ilusión tu comentario y me alegro sinceramente de que te guste el blog y me sigas. Espero que nos veamos pronto. Un beso para los tres
Pingback: Las 9 mejores publicaciones de marzo – ¡Mecachis Mama!
Gracias por el enlace!
EXCELENTE
Muchas gracias!