A veces se me olvida, cariño. Se me olvida lo pequeño que aún eres.
Se me olvida que el mayor es sólo un nombre que hizo que crecieras de repente.
A veces se me olvida, cariño. Se me olvida lo que ya no tienes.
Que mi tiempo sólo era tuyo y que ahora es casi todo de quehaceres.
Que decimos que ella nunca nos tuvo para ella y olvidamos que tú perdiste tu pertenencia.
Sé cuánto la quieres. Que tu corazón también se hizo más grande con su presencia.
Que tus juguetes, tus cuentos y tus cosas tienen ahora otras manos que lo alborotan.
Que siempre te pedimos más y más paciencia.
A veces se me olvida, cariño. Se me olvida lo pequeño que aún eres.
Y pretendo que crezcas más y más de repente.
Siempre pidiendo más, siempre pidiendo que te comportes fuera de la niñez que tienes.
Pero no se me olvida, cariño. Te juro que no se me olvida.
Que tú eres mi pequeño y que, por primera vez, contigo en mis manos sentí la vida.
Qué palabras tan profundas y tan llenas de sentimiento. Mi hijo tiene solo seis meses, y cada día que comienza quiero que se pare el tiempo.
Al leerte has removido todas mis emociones, porque el momento de crecer, debe y tiene que llegar, por unos momentos me he visto en el futuro, añorando esta tierna etapa de inocencia, dulzura y complicidad máxima.
Sin duda los hijos dan la vida y te hacen un corazón más grande.
A mí también me pasa lo mismo. Pienso bastante en el paso del tiempo. En el fondo creo que somos afortunadas porque, al ser conscientes del momento que estamos viviendo, lo estamos disfrutando con el corazón y con el alma.
Gracias por un comentario tan transparente y bello
Es precioso.
¡Muchas gracias!