(Escrito por Jessica Martín Pastor)
Dedicado a mi niño Theo:
Cuando supe que la semilla de papá había cobrado vida en mi interior, una mezcla de temor y de amor desbordante se apoderó de mí.
Temor a no hacerlo bien, a no saber cuidarte o no poder dártelo todo.
Temor a saber que algún día volarás con tus propias alas y que me volverá a sacudir ese sentimiento de soledad que a veces se nos clava en el corazón.
Sin embargo, cariño mío, tus ojos como dos estrellas en la noche me van guiando. Sentir el calor de tu cuerpecito, oír tu respiración mientras duermes, y un sin fin de detallas más me dan fuerzas.
A veces, me sorprendo en medio de la oscuridad agarrada a tu manita.
Espero, cielito lindo, que nuestras manos se entrelacen por mucho tiempo.
Espero que el día que inicies tu vuelo sepas que mamá siempre va a estar ahí, esperando que nuestras manos se vuelvan a unir y a sentir el calor del amor tan profundo que nos une.
Tu mamá: Jessica Martín Pastor. Besos para papá, Trayan Todorov Dangov.
Gracias a mi amiga Leila por dejar plasmar estas palabras.
Gracias a ti por ser siempre un verdadero apoyo, por saber escucharme y por prestarme tus palabras.